La alimentación representa un eje vital en la optimización de la salud humana y la sostenibilidad medioambiental en el planeta. Y es que no da lo mismo cómo elegimos alimentarnos; menos en el contexto actual de cambio climático y de aumento de enfermedades crónicas no transmisibles en todo el mundo.
Actualmente los productos de origen animal, como lácteos y carnes rojas son responsables del 60,5% del total de la huella de carbono y 52,6% de la huella hídrica. Cifras impactantes considerando que se necesitan medidas urgentes para combatir la crisis climática que enfrentamos como humanidad.
Asimismo diversos estudios han evidenciado que un consumo predominante de origen animal se asocia con enfermedades crónicas como el cáncer y enfermedades cardiovasculares.
La Dieta Planetaria
En el año 2015 se acuñó por primera vez el término “Salud Planetaria” para referirse a la salud de la civilización humana y el estado de los sistemas naturales de los que depende. De allí nació un nuevo término, la «Dieta de Salud Planetaria», resaltando el papel fundamental que desempeña la alimentación en la salud humana y la sostenibilidad ambiental.
Creada por la Comisión Eat- Lancet, integrada por 37 científicos de 16 países, la Dieta Planetaria representa un estilo de alimentación donde se prioriza el consumo de origen vegetal. Promueve la salud y el bienestar al reducir el riesgo de sobrepeso, obesidad y enfermedades no transmisibles. Además es amigable con el medio ambiente.
Se estima que esta forma de alimentación puede prevenir hasta 11 millones de muertes prematuras en adultos por año.
¿En qué consiste un plato de salud planetaria?
Un plato de salud planetaria contempla un volumen de aproximadamente la mitad de verduras y frutas. La otra mitad debe consistir principalmente en granos enteros, fuentes de proteínas vegetales y aceites vegetales insaturados.
Sin duda el concepto de alimentación planetaria llegó para concientizar a la población sobre la importancia de realizar un cambio en la manera en cómo nos relacionamos con el medio ambiente y cómo protegemos nuestro organismo. La salud humana no está ajena al bienestar planetario.